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lunes, 9 de noviembre de 2009

CALAVERA LITERARIA




Como el propósito de éste blog es escribir sobre nuestras experiencias lectoras y lo que nos deja o promueve; les voy a compartir una calaverita literaria que la mamá de Daniel Emiliano le compuso al libro de "Vamos a cazar un oso"; el cuento lo escogió Emiliano; él es un niño reservado pero sus preferencias lectoras son muy seguras y cada vez que tiene oportunidad es el primer libro que toma, claro no deja de explorar otros, pero este es obligado para él.


"VAMOS A CAZAR UN OSO"

Estaba un gran oso,

un oso feo y espantoso,

durmiendo en su cueva,

tranquilo y sin pena.

De repente llego la calaca

queriendo caza,

le dijo despierta,

que te voy a llevar.

El oso despierta,

peludo y furioso

y con sus ojos rabiosos

asusto a la flaca.

La calaca sin pensar

echo a andar

cada vez más rápido

queriendo escapar.

No vuelvo a cazar un oso

tan terrible y monstruoso

decia y decia

mientras corria y corria.

El papel de los mediadores.

Hola alumnos, padres de familia y compañeras docentes hoy deseo compartir algunas experiencias que Michélle Petit comenta en su libro "Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura"; su preocupación esta centrada en el sentido de las experiencias lectoras, dice" es necesario reconocer lo que ha sido la lectura de algunos jovenes"y no cuanto han leido. En su estudio se vislumbran las resistencias de los jovenes a la lectura pero tambien reconoce la importancia del mediador: éste puede transferir su propio gusto por leer y escribir, el mediador acompaña, despierta el deseo por leer y mas tarde por escribir. Atención papás y profesoras el gusto por leer no puede surguir de la simple frecuentación material de los libros. Una biblioteca puede ser letra muerta si nadie les da vida. Afirma la autora que los encuentros con la lectura en muchos casos son gracias a un mediador que intercambia su gusto por la lectura, cuando habla de si mismo pero através de la lectura, cuando usa las palabras de los autores por que nos han construido y formado; esto es lo esencial: hacer de la lectura una relación personalizada.

jueves, 22 de octubre de 2009

El ruego del libro.

He aquí, niña mía,

que me han hecho tu amigo;

he aqui que cada día

conversarás conmigo.

Verás, cuando oigas locas

historias infantiles,

qué charladoras bocas

son mis hojas sutiles.

Yo te presento un hada

y te charlo del sol,

de la rosa encarnada,

prima del arrebol....

Mis hojitas nevadas

piden sólo un favor:

de tus manos roosadas

un poquito de amor.

Gabriela Mistral