He aquí, niña mía,
que me han hecho tu amigo;
he aqui que cada día
conversarás conmigo.
Verás, cuando oigas locas
historias infantiles,
qué charladoras bocas
son mis hojas sutiles.
Yo te presento un hada
y te charlo del sol,
de la rosa encarnada,
prima del arrebol....
Mis hojitas nevadas
piden sólo un favor:
de tus manos roosadas
un poquito de amor.
Gabriela Mistral